miércoles, 4 de enero de 2012

Aíto García Reneses entrenador organizadas por el BARRENA BERRI

Aíto García Reneses aboga por un cambio en las reglas de juego para que el baloncesto recupere su espectacularidad, defiende la figura del entrenador, al que muchas veces afectan cuestiones que no puede controlar, y avisa al baloncesto español de que "no puede dormirse en los laureles.
Alejandro Aíto García Reneses sigue siendo una voz autorizadísima en el mundo del baloncesto. El técnico madrileño dejó a comienzos de 2011 la Liga ACB con 934 partidos dirigidos y un 71,5% de victorias. Su ascendente es tal que a la charla que pronunció el pasado viernes en Ortuella con motivo del 25 aniversario del Barrena Berri se acercaron Sito Alonso, actual técnico del Lagun Aro y exayudante suyo en Badalona que acababa de llegar de Las Palmas, y dos jugadores a los que dirigió en el Barcelona: Santi Abad, que ahora reside en Gasteiz, y Audie Norris, que visita a su excompañero estos días. Además, varias decenas de entrenadores vascos atendieron a las vivencias y reflexiones de un entrenador pegado a la vanguardia, polémico cuando ha sido necesario y capaz durante casi 40 años de tocar todos los palos del baloncesto, desde la formación a la élite.

Supongo que siempre es un placer para usted venir a Bilbao y a Bizkaia.

Cierto, es venir a mis raíces. Tengo familia aquí, primos, tíos y por eso es volver a parte de mis raíces.

Además, esta vez viene para hablar de baloncesto en una ciudad que está muy viva en este deporte.

Siempre ha sido así. Hace décadas, después de Madrid y Barcelona era en Bilbao donde había más baloncesto. Luego, con la desaparición del Águilas se entró en una crisis por mucho que viniese el Kas. Después, repuntó algo con el Cajabilbao y ahora con el Bilbao Basket está en su época más efervescente. Me alegro por ello.

¿Estoy hablando con un entrenador aún en activo?

Cuando me preguntan no sé si estoy en año sabático o en siglo sabático. Estoy jubilado y pasado de moda, je, je.

¿No piensa en la posibilidad de volver?

Para empezar a pensar en ello, me tendrían que proponer algo interesante. Ha habido alguno oferta del extranjero, pero no se ha dado el caso.

Y después de tantos años en activo, ¿echa de menos el día a día del banquillo?

No, porque el baloncesto está en un momento muy difícil. Los clubes están más pensando en sobrevivir que en construir proyectos a largo plazo, que es lo que me podría interesar. Supongo que esto lo superaremos y tiraremos para adelante. Pero ahora mismo estoy pensando más en el baloncesto en general que en mi situación particular.

¿Y hacia donde cree que se encamina el baloncesto?

Me gustaría que fuera encaminado hacia un deporte cada vez mejor. Ahora mismo es casi imposible estar más alto. El baloncesto español de selección y de clubes está primero o segundo a nivel mundial y europeo y no un año ni dos, sino ya varios de forma continuada. Pero no nos podemos dormir en los laureles y hay que seguir mejorando porque ahora las distancias son mucho más pequeñas entre los países y entre las Ligas y si te duermes, puede llegar el bajón. No podemos dejarnos comer el terreno por otros países, otras Ligas y otros deportes. Hay que seguir empujando hacia arriba.

Últimamente, Aíto García Reneses está promoviendo en internet y a través de las redes sociales propuestas para mejorar el baloncesto. ¿Por dónde se le puede meter mano?

Creo que lo primordial es mejorar las reglas para hacer un baloncesto más dinámico y que haya menos parones. Ampliar el campo, que mucha gente cree que es necesario, es muy difícil porque no en todas partes se puede hacer. Lo mismo que poner la canasta más arriba. Pero sí se puede sancionar con más rigor las faltas tácticas que paran contraataques, o eliminar el que el árbitro tenga que tocar el balón en los saques de banda antes de medio campo. ¿Para qué? Así se daría más ritmo al juego, que es el verdadero atractivo del baloncesto. Pero el problema es que las reglas las suelen cambiar los árbitros. Nunca se consulta, o se tiene en cuenta, la opinión de los jugadores y los entrenadores
Alguna de estas cosas ya se hacían hace unos años. Es un poco volver atrás, involucionar.

Puede ser, pero el baloncesto ha evolucionado mucho, en algunas cosas con acierto y en otras, no tanto. Hay más aspectos que requerirían un análisis más amplio, pero hay una corriente unánime en el sentido de que un cambio de reglas beneficiaría al baloncesto.

Alguna gente alude constantemente a las bajas audiencias televisivas del baloncesto porque al espectador no le convence lo que ve o no se identifica con los jugadores. ¿Está de acuerdo?

Este es otro debate y, evidentementre, habría que buscar soluciones. Pero hay demasiados intereses que intervienen y es difícil ponerlos de acuerdo y respetar cada uno. Por un lado, está la NBA; por otro, la Euroliga; por otro, la Liga Endesa, por otro, clubes de distinto tipo y filosofía. Pero lo interesante es que haya debate porque de él saldrán ideas para mejorar el baloncesto, que es lo que al final nos interesa a todos. Lo último que he propuesto es racionalizar los viajes por Europa para ahorrar cansancio y dinero.

También se critica que el entrenador se ha adueñado del baloncesto, que hay demasiado control por su parte.

Eso no es tanto culpa del entrenador, como del club en el que esté, de la directiva, del entorno, que priorizan otra serie de cuestiones. Eso desaparecería cuando las reglas permitan una mayor fluidez del juego. Pero, claro, hay clubes a los que no les interesa el espectáculo, el baloncesto con mayúsculas, sino simplemente que el equipo gane para quedarse donde están. Y si el entrenador piensa que para ganar tiene que tomar el camino de hacer cosas no tan bonitas, lo tomará. La culpa es de la reglamentación en la que estamos metidos.
¿Es partidario de una unificación de las reglas entre la NBA y la FIBA?

Creo que ya estamos yendo hacia eso. Antes la NBA llevaba mucha ventaja al resto del mundo. Pero se vendió demasiado al marketing y promovió reglas tendentes a vender una estrella, a hacerla destacar, antes que destacar el trabajo en equipo. Pero cuando el resto del mundo les empezó a pisar los talones porque ellos se convirtieron en jugadores de uno contra uno y no de cinco contra cinco tuvieron que dar marcha atrás. Ahora han cambiado sus reglas en busca de una mayor variedad táctica, y se ven zonas y distintos ritmos de juego, y están empezando a recuperar el terreno que habían perdido con ese exceso de marketing. Pero los hábitos cuesta cambiarlos y el baloncesto debe buscar un punto intermedio de todos esos aspectos para buscar lo más interesante. Claro que para la mentalidad americana puede ser una cosa, para los europeos otra, y para los africanos o los asiáticos, otra. Pero hay que seguir el debate porque siempre es positivo.

Esta temporada usted está colaborando con la Euroliga en el análisis de los partidos. ¿Le ha llamado algo la atención desde el punto de vista táctico y técnico?

La verdad es que me está pareciendo muy interesante lo que estoy viendo. Sin ser de estrictamente de Euroliga, pero sí equipos implicados, vi el otro día el Joventut-Real Madrid y el Gescrap Bizkaia-Caja Laboral y me parecieron muy interesantes en muchos aspectos. Los equipos están muy bien tácticamente, como lo están en general el baloncesto español y europeo. Hay muy buenos equipos y creo que se puede disfrutar mucho de la Euroliga.

¿Y cómo está viendo el papel del Gescrap Bizkaia? ¿Le ha sorprendido su rendimiento en la Euroliga?

Lo que ha hecho tiene muchísimo mérito por ser un club nuevo, como lo tuvo acabar segundo la pasada temporada. Eso le ha creado una dificultad añadida para este año, ya que parece que ese esfuerzo le está pesando en la Liga Endesa, pero meterse en el Top 16 ha supuesto un gran hito para el club y entiendo que, con altibajos, puede seguir la línea ascendente que lleva desde hace unos años.

Pero, tal y como están las cosas, es complicado para un club como el Bilbao Basket pensar en crecer, en cómo crecer.

Lo más importante de crecer es hacerlo deportivamente. Y la trayectoria del club hasta ahora ha sido fantástica. Pero llegar arriba del todo, o casi, lleva a tener que asentarlo después y eso implica más dificultades. Otro tipo de dificultades no veo que sean insalvables, pero el tema deportivo es lo más delicado.

Este martes se enfrentan el Gescrap Bizkaia y el Unicaja, su último equipo. ¿Se parecen en algo ambos clubes?

Creo que tienen poco que ver. La idiosincrasia y la manera de funcionar de ambos es diferente, como lo es el lugar en que se asientan. Ahora han caído los dos en el mismo grupo de la Euroliga con el Real Madrid y será interesante ver como se desarrolla la cuestión.

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